Gaia, madres de barro | Foto Liliana Lamata

Gaia, madres de barro.Trabajo personal.

Madre Gaia*, madre tierra, tierra madre, madres de tierra y barro. Gaia emerge del vacío, del caos, para hablamos de fecundidad, de vida, de eternidad y trascendencia. Las Gaias de mi propuesta evocan esculturas de arcilla que brotan de los cuerpos de mujeres para mostrarnos el vientre materno, caverna primordial e iniciática donde nace y confluye la vida. Uno, dos, tres que se hacen uno y se cristalizan en el tiempo eterno del nacer y el renacer. Gaia, vientre que se hace
casa viva.

La inspiración

Todo proceso creativo es curioso, la ideas vienen a la mente de manera aleatoria, pueden manifestarse en la mitad de la noche o mientras estas conversando animadamente. Las musas son impertinentes, entrometidas y caprichosas. Corría el año 2000 y ya tenía unos cuantos años dedicada exclusivamente a la fotografía de maternidad, concretamente a la gestación. Recuerdo perfectamente el día que ocurrió mi epifanía. Me encontraba en “trance” mientras me daban un masaje, con velas, música y aromaterapia, y sin más, de la nada, pensé que nunca había visto ninguna escultura de la antigüedad embarazada, ni muchos cuadros que expresaran la belleza de la gestación tal como yo la concebía. A partir de allí, comencé a darle forma a la idea de fotografiar lo que después se llamaría: Madres de Barro.

La realización

Pasaron unos cuantos años entre el día de la idea y el de la ejecución. Los meses volaban inmersa en la cotidianidad de mi trabajo fotográfico comercial y una hija a la que criar. Solo meditaba intermitentemente en cómo podría ejecutar ese torso preñado para que pareciera una escultura. Todavía la fotografía digital era futuro. Yo trabajaba como buena artesana de la fotografía, en 35mm (carrete), de tal manera que la puesta en escena tenía que ser orgánica y tangible. Me paseé por varias alternativas que no me convencían y cuyo resultado final intuía que no se parecería a lo que había imaginado. Después mucho buscar, fue el barro, la arcilla, la que me convenció. Era accesible, no dañaría la piel de mi modelo y sobre todo, después de secar tendría el aspecto craqueado que soñaba.

Un día de 2003, llegó a mi estudio, en mi trabajo rutinario, la modelo embarazada perfecta. Le propuse esta idea loca de embarrarla literalmente y accedió con entusiasmo. Manos a la obra. Días más tarde, fotografié mi primera madre. Decidí que el fondo negro le conferiría el marco perfecto sin distracciones. Ese torso debía lucir flotando en la nada, en la oscuridad de la intimidad, en una cueva de silencio e introspección. La iluminación debía tener un esquema sencillo pero que hiciera resaltar las texturas. Un luz principal y otra en contraluz para separar la modelo del fondo. Listo, ya la tenía! Mi entusiasmo con la idea fue a más y pensé que en vez de una foto aislada, podría ser parte de una serie que se llamaría Madres de Barro. En 2004 agregué una pareja a la colección embarrándolos de pié a cabeza pues la primera experiencia de solo el torso se me había quedado corta. Deliré. Mis modelos me dieron mucho más de lo que hubiera soñado. Luego de una selección de imágenes sentí que faltaba una tercera madre para completar la colección y así lo hice. Qué experiencia tan sublime, cuán agradecida estoy a todos ellos por acompañarle en este delirio.

Las imágenes a continuación corresponden al tras cámaras de un video que grabé con la colaboración de mi hermano Juan Antonio Lamata en 2008 y que pretendía ser parte de una futura exposición. Lamentablemente esos videos se perdieron en el tiempo, así como la oportunidad de exponer mis Madres de Barro.

La exposición

Nunca me hubiera imaginado que pasarían 20 años y una migración a Europa antes de poder compartirlas como quería. En el transcurso de ese tiempo, las guardé para mi. Las convertí en el tesoro de mi escaso trabajo fotográfico personal, sentía que si las exponía las perdía. Pero soy de las que creo que todo tiene su tiempo de ser.
Y llegó Asturias, llegó el momento. Confluyeron AVAO (Asociación venezolana asturiana de Oviedo), COLOR3ARTE, el laboratorio de impresión Fine Art de mi hermano y sobre todo, la insistencia y el entusiasmo de Mireia Menes. Fue en el marco de la semana cultural de AVAO donde la exposición encajaba a la perfección. La sala: los espacios de el Ciberespacio La Lila en Oviedo ubicados en una interesantísima casa de indianos rodeada de jardines e historia. El día de la inaguración, el 30 de junio de 2023.
Nuevamente, manos a la obra. Copiar 11 fotografías tiene lo suyo. Hay una cantidad de consideraciones técnicas que tomar en cuenta. Había que digitalizar los negativos y retocarlos con lujo de detalles en photoshop. Luego, decidir el tamaño y sobre todo la calidad del papel, porque el papel es parte de la narrativa de una imagen, es parte de la sensación que te produce verlas. Por unanimidad se decidió copiar en el papel Photo Rag Satín 310 de Hahnehmüle en tamaño 60 x 40 aproximadamente, menos el torso que inspiró el trabajo el cual decidí que se ampliaría a 1mt.X 66cm.