Hoy es domingo 2 de diciembre de 2018 y son las 5 de la mañana. Mis pensamientos no me dejan tranquila. Ya es hora de comenzar mi blog. En enero de 2019 serán 30 años desde que se me ocurrió en 1989 ser fotógrafa. Se dice rápido y hay tanto que contar. Con mi memoria frágil, uno de mis peores temores es olvidar.
La experiencia me dice que para contar las historias no hay apuro, así que en este blog, me propongo desnudar poco a poco el alma que se esconde tras mi ojo fotográfico tal y como soy. Me gusta escribir, amo la imagen y estoy llena de historias, experiencias, anécdotas y técnica para compartir. Toda esa información servida con un poco de desparpajo, un kilo de transparencia, honestidad, ganas y listo...a la licuadora (porque también me gusta cocinar), así espero dejar el legado de esta aventura llamada fotografía que ha pasado por mi vida como un tren a toda máquina y que pudiera resultar motivadora para los que como yo, va a comenzar algún día con un lienzo en blanco por delante con la incertidumbre por pincel, pero con unas con ganas locas de acabar la vida con un retrato medianamente estético y coherente de si mismo, o tal vez al final, quien sabe, la vida resultará una obra de extraordinaria belleza, que mas da, me imagino que la apreciación le pertenece a uno mismo al final de la vida.
Para dejar constancia de la dinámica de mis posts, voy a ir navegando por mis historias sin orden cronológico, ahondando en detalles de manera exahustiva. La frecuencia de publicación será la que me dicte el tiempo y el entusiasmo, porque en definitiva, me muevo por pasión y eso lo debo transmitir en cada una de mis palabras a quien me quiera acompañar en la lectura de este blog , si no, no tendía ningún sentido.
Quiero hacer relatos que a veces van a tener un carácter personal, otros profesional, a veces me voy a poner aburridamente técnica, que de eso la fotografía tiene mucho, pero que a nosotros los fotógrafos nos encanta escuchar de los colegas. Eso de los tras cámaras es como menos curioso y por supuesto, a ratos voy a hablarles del trabajo que vengo realizando porque quiero que todos disfruten de él en tiempo real.
Escribo para saciar mi sed personal de escribir. Ahora la vida pareciera estarme regalando el tiempo de hacerlo. Quien se quiera sentar delante a escuchar, bienvenido sea al mundo secreto detrás de una fotógrafa, yo, Liliana Lamata.
